abril 17, 2016

VERDADES DE PERO GRULLO

¿Cómo entra la droga a los festivales? 

Es la pregunta, más infantil, desubicada y malintencionada escuchada, que permite cargarle el fardo de los muertos a la policía o al estado que no controla.

 Pues bien, es evidente que cuando se reúne una masa de gente a saltar durante seis u ocho horas, por jóvenes que sean, es necesario asegurar el suministro de combustible energético. 

 Dicho en otros términos no hay posibilidad de organizar festivales de música electrónica sin haberse asegurado primero la provisión de drogas

 Sin una, no puede existir la otra.

 Basta asumirlo y los responsables quedan a la vista: los que las autorizan solo porque supuestamente aseguran seguridad y ambulancias y los que las organizan; invoquen el nombre de la libertad, de la diversión o la cultura

 Unos mueren físicamente, los otros quedan idiotas de por vida al punto de engendrar y educar (¿) a estos cretinos NI que se quejan por crisis económica al tiempo que gastan fortunas en entradas, pastillas envenenadas y agua de la canilla envasada.

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