Tuvo más de cotilleo, exhibicionismo, reunión social y política que de celebración religiosa. Lo correcto hubiese sido que se fije una fecha y hora y simultáneamente cada uno en su templo, con sus ritos y fieles celebre un acción de gracias y pida por la patria.
El Presidente de una Nación que sostiene el culto católico Apostólico y Romano va a la Catedral, en la que hasta donde se no se le prohíbe el ingreso a nadie.
Por ninguna circunstancia iría a una Sinagoga o una Mezquita a rezar a mi Dios, aunque sea el mismo, pero solo en mi Iglesia esta real y verdaderamente presente en cuerpo sangre en el Sagrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario