No es psicosis es terror. La primera campanada la dio el SIC
que si no se pone rápido los pantalones largos va para escándalo, no basta dar
la cara y tratarlo en privado.
La comodidad de algunos padres le delegó el fardo de cuidar
de sus hijos a un serio y respetado club de rugby
Matines para adolescentes con música electrónica, saltar
saltar y saltar, léase bailar, hasta que aparecen miles de manos sobando a sus
nenas, todos bien abonados con drogas de diseño que por mucho que se lo niegue
para eso están y hay que darle salida a la superproducción nacional.
Nadie sabe quien va, poco importa no hay que discriminar.
Acá están demás custodias y seguridad, lo que está bien es bueno y lo que está
mal es malo, vigiladores al margen.
Sobre el pucho una nena culo sucio de 12 años, desaparece de
su casa y aparecen los “grupos cerrados de Facebook, intereses comunes dicen,
que pueden ser un cantante, la extinción de focas del ártico o como en este caso
niñas de 12 años que se proclaman homosexuales, se cambian de nombre para tener
su espacio y pertenecer a una banda de iguales.
Una versión tecnológica y con acceso a Internet de las
viejas tribus urbanas
Tiemblan las familias que dejaron hacer para que otros anormales
les lavaran el cerebro, para ellos solo cabe invocar la misericordia divina
para que les muestre el camino, dentro de la lógica y la razón no lo hay.
No estaba muy equivocado en el articulo anterior: “protesta
o debut”
Esto es hoy, alguien piensa en el efecto geométrico cuando
estos nenes tengan hijos y deban hacer funcionar un país.
Derechos sin obligaciones, igualdad contra natura, prohibido
prohibir.
Por suerte por encima de los hombres, se vistan como se
vistan, hay un Señor de la
Historia que sabe lo que hace.
O se rebela y desenmascara a los cómplices dejando de lado
hipócritas sensiblerías, tipo no hay que investigar a la desaparecida o la mano vendrá muy pesada para todos
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