febrero 01, 2012

CRISIS DE ABSTINENCIA

CRISIS DE ABSTINENCIA
La adición esclaviza pero las crisis de abstinencia son el grillete que impide salir, forzando la continuidad
En esta dictadura como en todas las que han sido en la historia el poder es droga, pero ser adicto no necesariamente es ser idiota, saben mejor que nadie que cada día deben pisar el acelerador en rumbo de colisión. Controlar salida de divisas instalando una GESTAPO en el mercado cambiario, prohibir importaciones y exportaciones, controlar hasta el último grano que tiene cada productor, más que obra de un demente son los forzosos pasos a los que lleva una primera gansada sin resolver las causas.
Podrían comenzar a emigrar a parajes más tranquilos, pero ¿y la crisis de abstinencia, como se controla? Sigamos un poco más.
Es un viaje de ida sin retorno no hay marcha atrás, caerán sin duda haciendo mucho daño.
Pretenden controlar todo: publicaciones, movimientos de las personas extorsionadas con una inocente tarjeta para pagar el transporte sin aumento, ingresos, transacciones, etc. sin tener los recursos humanos para sacar ni media conclusión: El descontrol de los controladores.
¿Solución? No la busque porque no la hay mientras estén o exista la remota posibilidad que vengan otros iguales.
Resistir en pie bien plantado sin hacer concesiones a nada ni a nadie, aunque le parezca insuficiente y que no sirve de nada.
¿No le parece desproporcionado el interés y las facilidades para que tenga algo que lo beneficia? ¡Que bueno es el estado kirchnerista!






1 comentario:

Anónimo dijo...

Dr. LSO
En esta dictadura "la droga" es peor; no se trata "del poder", sino de la transgresión, la estafa y el delito con impunidad.

En consecuencia "la tolerancia" adquirida por dirigentes, funcionarios y gobernados es en verdad trágica: contiene el "germen de la destrucción social".

La cura y casi imposible recuperación del vicio instalado exige riguroso tratamiento. El pronóstico parece ser terminal.

No obstante, por suceder en La Argentina es posible que dispongamos de recursos adicionales, pero "la crisis de abstinencia" confirma la opinión del Dr. Leopoldo: "solución no hay". Sobre todo aplicando solo "placebos"... ¡perdón! quise decir subsidios.