diciembre 01, 2011

PRIMAVERA ARABE, TE VAS O TE MUERES












PRIMAVERA ÁRABE: TE VAS O TE MUERES
Los jazmines, flores, paz amor trabajo y democracia forma parte del mensaje subliminar.
Lo de primavera solo es la imagen de algún ingenioso creativo publicitario que casa un concepto simpático: la primavera y un movimiento que es menos espontáneo que el hipo y en cuanto a su orientación la consigna democrática es solo la piel de cordero de una subversión con todos sus elementos.
No hay subversiones buenas y malas, el término se refiere a romper el orden establecido. Sean militares civiles u ONG las que lo hagan. “Por sus frutos los conoceréis si son buenos o malos”
Es decir por la magia del maridaje ambos se presentan como buenos, jóvenes y simpáticos; un canto a la juventud y el amor; miel para la sensiblería ordinaria en que se ha degradado nuestra cultura occidental.
Lo de “te vas o te mueres” está a la vista: Túnez, Egipto, Libia, Yemen y los que vienen, con Siria a la cabeza, la pieza envenenada del rompecabezas, pues tocarla puede significar quedar atrapado por el más candente engranaje del medio oriente; el que gira por Turquía, Israel, Palestina e Irán y por efecto de proximidad o arrastre: Jordania, Arabia Saudita y los Emiratos del Golfo; desde siempre una región peligrosa para jugar con fuego.
Tranquilos nada atómico dirán, solo armas convencionales, ni falta que hace, con un subsuelo del que brota gas y petróleo con un fósforo basta y sobra.
Los que conocen el paño hace tiempo vienen anunciado el conflicto entre Irán e Israel al mejor estilo “solución final” poniéndole incluso fecha para Navidad o Año Nuevo.
Pretender evocar la resurrección; es en rigor una aberración cuando se refiere a Arabia, dónde no se de nada que haya muerto, es más todas las críticas que se les hacen es por mantener vivas sus culturas y tradiciones ancestrales que siendo las de ellos poco importa que nos gusten o no.

No se de nadie que haya recibido el nombramiento y el mandato de reformador del mundo o recreador del hombre.

En Arabia los prados no florecen ni se cargan de follaje y frutos sus bosques.
Un sol de justicia sigue rajando la tierra sea primavera, verano, otoño o invierno y friendo todo lo que hay sobre ella.
Pueblos de culturas y tradiciones milenarias que jamás se cuestionaron si los jefes de los clanes y tribus ejercían el mando 30 o 40 años; la posición era de por vida y con derecho a sucesión y hoy se brotan por mandatos prolongados.
Venenos y cuchillos empuñados por pretendientes ansiosos acortaron de facto los periodos. La vieja ley del más fuerte, al fin y al cabo una forma de selección natural.
Sus resultados no han sido mejores ni peores que la papeleta electoral para instalar regimenes blindados a cualquier cambio (¿dictaduras?) Al fin y al cabo un palmo de acero o una seta venenosa están al alcance de cualquiera por modesto que sea.
Curiosamente estamos convencidos de vivir en un sistema político seguro, multicultural y antidiscriminatorio y nuestros dirigentes constantemente lo proclaman para que no olvidemos.
Parece que el mundo no es más seguro una vez desaparecido Obama y sus segundos.
No debe sorprender el nuevo incendio de la plaza de Tahrir y Egipto si se considera que para meter la zarpa en Siria hay que tener la retaguardia protegida y el ejercito egipcio es un tembladeral político, ni hablar de los Sauditas; su rey Abdalá bin Abdelaziz y posibles sucesores conservados en formol están prendidos con alfileres, su inestabilidad va arrastrar a los Emiratos del Golfo
Solo pretende ser un anticipo, ni usted ni yo podemos alterar el curso de hechos decididos y en curso. Vale para no desubicarse.
No olvide que un paso lleva al otro y algún día, pasado el punto de no retorno puede preguntarse ¿Cómo llegué acá en medio de esta gente colorada que huele a azufre con cuernos y cola?
Ni con los malos ni con los peores, seguimos contra todos los iguales, plantados en nuestras convicciones. Si me equivoco será por libre decisión y mi propia ceguera no porque me llevaron de la nariz.
No estará de más hacer stock de carbón y leña, va a ser duro el próximo invierno sin gas ni combustibles. Pase lo que pase no es material con fecha de vencimiento, siempre habrá una oportunidad para usarlo: asar un lechal, una bondiola o un cuarto trasero de cerdo previamente deshuesado bañado con una salsa de ciruelas secas hidratadas con jerez, y pisadas con mostaza Dijon. Los amigos agradecidos.

Zona de exclusión en Siria; así comienzan las operaciones prolijas, cuando los buenos no son agresores (Malvinas, Libia, ¿recuerda?)















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