octubre 10, 2011

¿EDUCAR, PARA QUÉ?















Se puede hacerlo para la estadística que justifique sueldos y presupuestos o para formar personas útiles a si mismas y al mundo en el que tendrán que vivir.
El video es explicito a través del humor al mostrar mamíferos incapaces de pensar y es doloroso si se piensa que estas supuestas personas en cuyo léxico no figura el “no se” y lo reemplazan por una risa idiota, votan y eligen es decir deciden el futuro de naciones y educan hijos en sus casas para los que durante su primeros diez años son modelos y referentes.
El siguiente artículo escarba más hondo y obliga a la reflexión.
La lógica de los niños, a veces, resulta desternillante. Lo contaba sir Ken Robinson hace algún tiempo ante un auditorio ávido de nuevas ideas. “La pequeña tenía seis años. Apenas atendía en clase y la maestra no estaba muy contenta con ella. Aquel día dibujaba silenciosa en un rincón. La profesora se acercó a la niña y le preguntó:
- ¿qué haces?
- Dibujo a Dios.
- ¿A Dios? Pero nadie sabe cómo es Dios…
La colegiala levantó los ojos y sin pestañear respondió: lo sabrán dentro de cinco minutos.
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1 comentario:

comparativa de salas de poker dijo...

Toda la razón, yo creo que se debería utilizar otro método...