mayo 10, 2011

¿PARA QUE MATAR A UN MUERTO?





Cada día que pasa, oficialmente el gobierno de los EEUU suma contradicciones y genera dudas sobre sus propias afirmaciones, No son teorías conspirativas de sus críticos y adversarios. Es producción propia, oficial y con certificado de origen “made in usa”
No es razonable creer que lo buscaron durante diez años a un costo astronómico y lo encontraron en el lugar donde vivía hace cinco, que la inteligencia de Pakistán se burlo de los americanos durante seis años, que una “mansión” de un millón de dólares en medio de la nada no tenía teléfono ni conexión de Internet y a la CIA no le llamó la atención; que descendieron tres helicópteros en el silencio de la noche y Osama no se despertó estando habituado a dormir con un ojo y escaparse como un fantasma, cuando le echaban las manos encima; Que en 40 minutos, entraron, mataron a todos identificaron al finado, lo cargaron con sus papeles y videos y se fueron. Volvieron amontonados en dos helicópteros después de destruir uno por fallas y lavaron el cadáver lo envolvieron prolijamente y lo tiraron al mar.


Los Iraníes sospechosamente silenciosos hasta hoy comienzan a hablar: mataron a un muerto dice su ministro de inteligencia Heydar Moslehí según la agencia oficial IRNA, Ben Laden hace años que murió de enfermedad, nos consta en forma fidedigna.
Sea una cosa o la otra la pregunta sigue en pié, por qué o para qué semejante circo, cuando es opinión unánime que su segundo que queda al mando es mucho peor.


Hay una respuesta casi automática, necesidades políticas de un presidente que necesita ser reelecto, tiene su prestigio por el suelo y por delante la economía de USA en caída libre
No es una respuesta liviana si se piensa que en otras latitudes presidentes, ministros y estrellas del deporte recurren a robar mujeres ajenas, embarazar a las propias o exhibir cuñadas únicamente para levantar imagen y tener prensa, Sarkozy, Macri, Lousteau, Tiger Woods, Pique. Pipa Middleton y Cia.
Era de esperar que un presidente de los EEUU , que todavía no pudo despegarse del sensacional triunfo en Libia, con bombas racimo, aviones no tripulados y misiles autónomos que impactan donde quieren y una poderosa armada multinacional que deja ahogar refugiados que huyen solo porque son feos huelen mal y no deben tener papeles; hiciera algo más espeso y ruidoso.


Entramos en la cultura del vale todo con tal de seguir en el candelero. A Clinton no se lo perdonaron porque fue un adelantado en su época. Nadie es profeta en su tierra, Bill, hay que ser paciente y esperar que otros debuten en la porquería, después todo fluye solo.

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