abril 13, 2011

DE LA BANLIEU DE PARIS AL CARTONEO PORTEÑO

En sus tres partes porLaura Etcharren




LA BANLIEU DE PARIS Iniciamos en el Metro de Passy la observación del cambio del color local y el fracaso de la integración social. (Primera parte del estudio) Son apenas las cinco de la tarde de un invierno blanco y exquisitamente suave. Sin embargo, es de noche. Para muchos, la hora de emprender el regreso a casa. El Metro, una de las opciones. Tal vez la más palpable, rápida y económica. Fusión de la oscuridad bajo tierra y la luz de una Torre Eiffel que apenas si se deja ver por la entre condensada neblina. Ensimismados y despreocupados por el otro, los ciudadanos de París emprenden el monótono camino. Eclécticos, son participantes activos de una Francia diferente. Observada por el ojo agudo de un turista inquieto. Estación de Passy. Rodeada de los flashes que nos dejó, allá lejos y hace tiempo, “El último tango en París”. Reminiscencias de un pasado glorioso que penetra inexplicablemente agitando el pulso de un tiempo que nunca es eterno. Allí, en el Metro, el cambio del color local se acentúa porque es el escenario que combina todo lo que comenzó a gestarse en la década del 60. A medida que nos alejamos, la estética indumentaria cobra un tinte rústico. Despojado. Los rostros son otros y los modismos se superponen en los aromas. Ver todo



NUESTRA BANLIEU


La criminalidad asentada en la fusión Narco Maras. Marginalidad y delito. La Banlieue de París y el contrapunto Argentino Bonaerense. (Segunda parte del estudio)


Como si fuese un mal incurable, la inseguridad, en Argentina, no cesa. Cobra otro sentido que tiende a confundirse con la reducción del delito cuando en realidad, se trata de una mutación del mismo. Muta su configuración. Su modo de construirse. Porque el delito también se construye y varia en sus estilos de acuerdo a la eficiencia o ineficiencia de las fuerzas de seguridad de un país que sientan o no las bases de contención social ante la expansión del crimen organizado. Actualmente, la criminalidad está asentada en el Narcotráfico que busca tender redes delictivas con agrupaciones pequeñas aunque ya iniciadas. Es decir, pandillas en crecimiento. En esa captación, las grandes organizaciones, se garantizan la expansión territorial. Nutrirse de espacios de operación para la venta de droga. Instalación de “cocinas".Ver todo


El cartoneo, la delincuencia y las ausencias. Tercera parte del trabajo sobre “La Banlieue”. De la desprovista seguridad de la Provincia de Buenos Aires arriban, a la Capital, cientos de personas que se dedican al cartoneo. Moran, muchos de ellos, semanalmente en la ciudad, en improvisados asentamientos callejeros confeccionados con chapas, cartones y otros elementos que sirven para protegerse del frío y/o los cambios climáticos. Desamparados algunos e interesados en poder cubrir apenas sus básicas necesidades para regresar a la Provincia con dinero, se cotejan con los otros, con aquellos que utilizan las condiciones de pauperismo para ejercer una práctica delictiva que se extiende a lo largo de todo el territorio argentino. Es que la miseria siempre fue el escudo elegido para desviar la atención de una realidad que se supera negativamente. Encontramos, a la luminosa Buenos Aires, diseñada en una composición de postales deprimidas. De situaciones maliciosas. De niños descalzados esperando el corte del semáforo para hacer algún malabar o bailar, las niñas, de manera sensual. Extrañas situaciones que conforman un espacio de tragedia ya naturalizado. Un estado de descomposición social que combina la pobreza que busca revertirse con la delincuencia que se resguarda, tras la marginalidad, para robar. Ver todo

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