marzo 31, 2010

DESVERGUENZA GENERAL


Coparticipar el impuesto a los debitos bancarios dijeron de un lado; si nos quitan diez mil millones conseguiremos doce mil le contestaron del otro. Ver todo ministro Randazzo

Estoy pensando en derogar ese impuesto distorsivo pontificó la orate, avalada por sus más serviles secuaces. Sin aclarar como hará para derogar por decreto una ley nacional. Otra vez los DNU y los recursos a la justicia, meses de polémicas y discusiones bizantinas para seguir distorsionando con un impuesto excepcional por única vez, vigente desde hace diez años votado precisamente por aquellos que hoy se escandalizan de sus resultados.

La política en argentina indudablemente está fuera del alcance análisis y comprensión de todo extranjero, de allí que todo negocio o inversión lleve adherido en la columna del debe el “costo argentino” (coimas e inseguridad jurídica aparte) en rigor un mercado exclusivo para piratas y saqueadores. El listado de empresario que acompañan los viajes presidenciales y el de inversores es suficientemente ilustrativo en la materia.

Hace solo diez días esto fue motivo de un artículo que podría ser escrito hoy.
Solo parece haber cambiado el motivo de la pelea. Quienes es el que reparte el botín del saqueo para pagar a sus mercenarios y clientes ¿El gobierno o la oposición?

¿Qué esperan los estrategas legisladores para derogar la emergencia económica y los poderes extraordinarios delegados desde el 2002 (Duhalde) al ejecutivo? Sencillo, conocer el resultado de las elecciones del 2011, porque ellos no podrían cumplir con nada, ni gobernar una semana sin ellos.
Es el sexto año que esta página insiste en el concepto de la tierra arrasada y en la responsabilidad de los que toleran, ayudan, dialogan, y consensúan, para que sigan profundizando el modelo.
No es una satisfacción verse ratificado por hechos anunciados.

Estamos en el final del camino y no es una satisfacción verse ratificado por hechos anunciados.
Que de una vez por todas ¡¡¡SEA!!!
Estamos en Semana Santa, el momento adecuado para hacer silencio unos días, reflexionar y pedir misericordia para todos, que se abran los oídos de los sordos y luz para los ciegos o truene el escarmiento.

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