enero 26, 2010

SI NADIE LOS LLAMA Y VIENEN SOLOS ES.....

Habíamos aventurado la hipótesis que si esto es cierto y se abren espontáneamente nuevos frentes es porque llego el tiempo.

Quienes manejan hombres, instituciones y hasta el pensamiento no pueden tolerar que algo escape de su poder: Los tiempos que no pudieron controlar fueron siempre la lápida de todos los soberbios y autócratas. Antonio y Julio Cesar de vacaciones en Egipto mientras la anarquía consumía a Roma; Napoleón y Hitler en sus campañas a Rusia, en tanto estallaba Europa; Perón jugando en Olivos con las chicas de la UES (unión de estudiantes secundarios) cuando su régimen se desmoronaba. Los Kirchner ladrándoles a los fantasmas en tanto se les cierran todas las puertas.

Vuelve el triple crimen de Quilmes-Rodriguez con un pesado furgón de cola, drogas, medicamentos, mejicanos y colombianos.

Elecciones en chile y enanos locales que se agrandan delirando con el efecto contagio que obliga a replantear la ingeniería política.

Seleccionaron un Lazarillo radicalin ciego y tonto, que no sabiendo caminar no puede sostener a nadie.

Terremotos, tornados, inundaciones, árboles que se caen, barras bravas y narcos; definitivamente en argentina nadie resta todos suman.

Le meten presión a Redrado hasta en su vida íntima, olvidando que es quien mejor conoce todos los movimientos y transacciones con divisas. Si comienzan los “carpetazos” las consecuencias son imprevisibles, se desencadena el terror entre los que saben que están sucios y los que temen haber jugado golf o compartido una mesa con algún overo. ¿Alguien dormirá tranquilo?

Finalmente, al menos hasta ahora 11 horas del 23.1.010, en el momento indicado para irritar a los acreedores y bonistas, los italianos se levantan como leche hervida tratando de arrastrar a la Comunidad Europea por el proyectado zarpazo a Telecom y terminan asociados a los americanos en la caza de fondos depositados en Suiza.

Alguna vez se me representó la imagen de las plagas de Egipto, una detrás de otra, ni en sueños pensé que vinieran todas juntas.

Dudo incluso si eran siete, diez o infinitas hasta que desaparezcan todos los faraones los que están y los pretendientes.

Unos vuelven sin que los llamen porque se fueron sin que los echen; otros aparecen solos porque es el tiempo de pagar las cuentas.

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