junio 03, 2009

TESTIMONIALES, AMORALES Y JURISTAS



No podía escapar esta campaña electoral a la perversión del lenguaje. Desde el gobierno, la oposición y los medios que repiten por boca de ganso se ha instalado que hay candidatos “testimoniales” porque no van a asumir. Mezclando en la misma bolsa a todos los gatos.

Un gobernador en ejercicio que hace campaña como candidato a diputado utilizando los recursos del estado y la custodia de la policía que comanda. El mismo sayo le cabe al presidente del partido que utiliza aviones, helicópteros, vehículos y la policía federal. Al jefe de gabinete de ministros responsable directo de la limpieza de la campaña. Al jefe de gobierno de la ciudad que dispone del espacio público para la campaña de su partido.

La prescindencia que fue hace años el término correcto que expresaba la ética política, superior y anterior a cualquier artículo constitucional ha sido borrada por todos del léxico pre electoral, hoy vale todo para todos. Después dirán que hubo fraude y es cierto, pero el muerto no se asusta del degollado.

El ministro de la Corte Dr. Fayt, duda que el alto tribunal pueda expedirse antes de las elecciones, y el “gran jurista” candidato a diputado Dr. R. Gil Lavedra dice que apelará igual el fallo de la cámara electoral y no le interesa si la Corte Suprema se expide después. ¿Que hacemos con las elecciones si se determina después que esas candidaturas no eran válidas? Pues se le da al “fait accompli” jerarquía de sentencia firme y a otra cosa; lo importante dicen todos ahora es mirar hacia delante.

¿Para qué elecciones? Si no hay nada que elegir en un perverso “unicato” donde la única diferencia es que unos ladran y otros recitan. Unos roban y otros negocian. Unos financian campañas con los recursos del estado y otros con una misteriosa bolsa sin fondo, que todos tendremos que volver a llenar.
Si algunos hacen estas picardías siendo oposición a que no se atreverán siendo gobierno.
Hay que aplastarlos de chiquitos, o nos olvidamos del inocente pichón de pingüino, patrón de Santa Cruz.
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