abril 22, 2009

DE RECAUDADOR MANO DURA A IDOLO DE LA OPOSICION



Muy lejos de ser una critica a Santiago Montoya; allá el con sus convicciones y yo con las mías. No doy por el pito más de lo que el pito vale y este está en oferta y regalado, pida uno y le dan tres.

Trato únicamente la unánime ponderación que hacen de sus presuntos méritos de funcionario recaudador, los que comparten el ADN totalitario expresado en el dicho; El fin justifica los medios.

De inmediato se encolumnaron tras “la victima” el nuevo guitarrero Alfonsín y los “hacedores” Macri y Narváez, rápidos para meter la pata y colgarse de todo lo que creen puede dar rédito. Los que hacen un culto de la eficiencia y la gestión a cualquier precio. Todos huérfanos de figuritas, pero este fue tema de ayer.

Es prudente conocer los ejemplos que inspiran a estos personajes por encima de sus demagógicas representaciones.
Insisten en el mismo error, El sirviente de mi enemigo que lo enfrenta no es mi amigo y aliado y mucho menos nuestro invitado a la mesa y a la cama. Quien traiciona hoy, traicionará mañana ¡A cuantos les cabe el sayo!

Si algo no le gustó, renuncia y se va con el rabo entre las patas sin pretender justificar lo injustificable y mostrar cuanto le duelen los palos que le dieron. Trabajó de perro, es natural recibir un palo por no entender la orden del amo.

Lo hemos visto al recaudador en acción siempre rodeado de cámaras. Que se le cobre al que elude es lo normal; aquí y ahora puede ser cuestionable, negarse a pagar exacciones no es delito y mucho menos motivo de linchamiento público. Porque esta claro para el más desinformado que la recaudación no va donde debe de ir; como el botín de los sucesivos saqueos al campo y a los jubilados o aumentar la deuda externa tampoco; para “hacer hospitales, educar y subsidiar, el justificativo del recaudador. Al menos sería valido nuevamente si hubiese igualdad en el trato y claridad en el manejo de lo rapiñado.

Montó su show en la feria de La Salada, un subproducto informal de la economía de los sucesivos peronistas, pero no pudo ni con su satélite espía localizar a los fabricantes y protectores de lo que allí negocian los perejiles desocupados; los que embolsan millones eludiendo todos los impuestos y falsificando, a esos nadie los toca.

Hoy se lo disputan todos como el nuevo ídolo de la política eficiente, sin moral, leyes ni principios. En verdad fue eficiente atropelló a todos menos a los socios y amigos del gobierno. Un verdadero conocedor de los códigos mafiosos.

Trate de imaginar a los inspectores de bolsas de basura de Macri tratando de identificar buscando papeles privados, quien las sacó fuera de hora, dirigidos por el eficiente Montoya, ¡Mi Dios, que maravillas de gestión y eficiencia puede hacer esta yunta a nuestra costa!

Todos quieren al “eficiente” a su lado y eso marca un camino por desgracia.

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