febrero 26, 2009

TOROS DE OSBORNE R.I.P.





ENTRE LA BARBARIE NACIONALISTA
Y LA RIDICULEZ MODERNA





Hoy le toca a los “toros de Osborne” con motivo de la destrucción del último de Cataluña.


Originalmente una figura publicitaria que corona los cerros y toda la geografía de España. Para quien tenga la suerte haberlos visto en su potente negrura recortado en medio de la nada contra el cielo, en una madrugada o en el ocaso desde la ruta, un verdadero impacto de buen gusto y un mensaje que se impone al GPS y al mapa: “Esto es España”



Con el tiempo, la publicidad escrita resulto invisible, la figura era todo.



¿Porque su éxito? Porque de Creta que vio su nacimiento mitológico, los griegos introdujeron al toro y la cultura taurina en Hispania, donde se aquerenció a tal punto, que terminó siendo el símbolo del valor indomable, la carga y la furia ciega que es la representación del carácter indomable de los Hispanos.



Una imagen intolerable para la barbarie micro nacionalista de algunas comunidades autónomas que reniegan de la pasada grandeza de España o la delicada sensiblería de los modernos a los que ofenden las distinciones de género, o la preeminencia de símbolos machistas.



Indudablemente pasó el tiempo y con el aquel carácter, los toros carecen de sentido.



Muchos entre los que me incluyo, extrañarán el perfil del símbolo, lo cual nos recordará mucho más dolorosamente que ya no representa nada. La ausencia del toro también será un mensaje: Esto no es España, porque no hay más hispanos cojonudos.



Apareció “la vaca de Osborne” y siguen destruyendo los toros. Para la cultura moderna. una graciosa pendejada.



Una cuestión y un tema menor, pero verdadero símbolo del totalitarismo que contamina a todos los tolerantes de derecha e izquierda.

Breve cronología de los toros de Osborne.

La vaca de Osborne


1 comentario:

Anónimo dijo...

Tiene usted razón, mi primer reacción fue hay que ser muy cabrón para calentarse por nada.
Despues de releerlo estoy mucho más caliente que usted por lo que nos toca, en esta España rosada.
Gracias por hacernos ver desde afuera lo que no vemos de adentro