febrero 12, 2009

Mariscales de la derrota Agropecuaria


FelipeNoguera pone fichas al diálogo y hasta cita la naciente era Obama, como referencia de la moderación que debe imponerse en el conflicto. “Creo que con el renovado ímpetu del ejemplo del nuevo presidente norteamericano y lo que representa en términos de “soft power”, surge la necesidad de diálogos, acercamientos, y de la búsqueda de espacios comunes para lograr acuerdos.
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Es necesario un punto de partida, en este caso, la veracidad de la información precedente, que me certifican los primeros escarceos del nuevo enfrentamiento.

Entiendo que si hay una mesa de enlace que coordina el reclamo, NECESARIAMENTE debe haber un vocero o comunicador oficial junto con la rígida autocensura de los dirigentes y colaboradores, para prestarse a reportajes y hacer declaraciones personales.
Un comando de cuatro cabezas es un suicidio o una invitación a que les metan una cuña y siembren cizaña.
Adormecido el conflicto sin una mínima solución por el voto No positivo, se han repetido todos los mismos errores del año pasado.
No conozco a los comunicadores y especialistas que intervienen ni juzgo su capacidad.
El Sr. Felipe Noguera podrá ser un excelente profesional pero olvidó que jamás se debe empezar algo que no se este dispuesto a seguir hasta el final y la cuota de violencia es patrimonio exclusivo del gobierno, que inició el conflicto y lo fogonea.
Respóndale con moderación y diálogo al que quiere exterminarlo señor Noguera o guarde sus reflexiones para una conferencia académica.

No está en juego una situación económica, una ideología ni una conveniencia, sino la propia supervivencia de la producción agropecuaria, la única que le queda al país; es una cuestión de legítima defensa ante una injusta agresión.
No es conflicto es guerra, les guste o no a moderados y conciliadores. En la guerra los especialistas en mercadeo, jefes de campaña política, relaciones públicas y asesores de imagen por muy capaces que sean están fuera de lugar. Son otros los códigos, objetivos y herramientas. El éxito no se mide en centimiles, titulares, minutos de aire o plazas llenas; sino con el cese definitivo de la agresión, desarmar el aparato de control y represión y el retorno al orden.
Es Inteligencia y contrainteligencia, información, logística y operaciones, especialidades que a estar en nuestro reciente pasado estamos totalmente huérfanos, habrá que apelar al sentido común de los que tienen alguna formación en estrategia no comercial.

No embretarse sin necesidad con declaraciones desubicadas, no avisar un mes antes cuando, dónde y como se va a golpear, para que los estén esperando con toda la artillería y las trampas preparadas, o el día antes los vivillos de siempre cierren todos los negocios Treguas y reuniones para no resolver nada y desmoralizar la propia tropa. Si se cortan o no se cortan rutas, si se las corta hoy por seis horas y mañana todo el día, si no pasa nadie o se esta a lo que decidan sin ninguna información ni criterio las “chekas” que llaman asambleas, donde cada opinante quiere sacar patente de duro y de bravo.
Son principios elementales que no pudiendo ignorarse se siguen proclamando.

Coincidirá el enfrentamiento con la campaña electoral, una mezcla muy mala, que arrimará pescadores de río revuelto, no se pueden ni deben confundir ambas cosas, no se usan las necesidades, el trabajo y los legítimos intereses ajenos para jugar a la guerra, escalar posiciones o engordar el curriculum. El corporativismo no está en el pensamiento argentino, es importado y propio del fascismo peronista, calcado de Mussolini.

El objetivo no es deponer un gobierno, ni debilitarlo es DESARMAR EL APARATO DE CONTROL Y REPRESION Y LIBERAR LA PRODUCCION Y EL COMERCIO. Será imposible llegar si no se sabe dónde se va.

Por el camino elegido el resultado está a la vista los van dividir y aplastar sin piedad, primero a unos y después a otros, la necesidad tiene cara de hereje o habrá un estallido irracional de las bases, ese que los moderados, tibios y grises quieren evitar porque pierden todos, ignorando que muchas veces perdiendo se gana y ganando se pierde. ¡Si lo sabrá Pirro!

En la vida siempre llega el momento de poner los cojones sobre la mesa y dar la cara, el que no se anime que los pierda.

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