septiembre 02, 2008

PEDIR TURNO AL ORACULO DE DELFOS


ALFONSÍN REVELA LA ETICA POLÍTICA s.XXI


¡Bienaventurados los licenciados que pueden tener un pie de cada lado!

“Licenciar la disciplina partidaria, la dignidad y las ideas, es posible y hasta puede ser conveniente, porque ni se rompen ni se doblan los principios”.

Curiosa filosofía radical, que parece ameritar cambiar de una vez por todas el nombre del partido, de Unión y de Radical no le queda ni el olor, el Cívico más parece Mercantil, no es novedad si se recuerda que hubo radicales intransigentes que pactaron con el diablo.

El partido y su ideólogo están antes que el país y la ética política. “Un personalismo bien peludo” Han perdido el pelo pero no las mañas.

Me pregunto ¿Que tan malo hizo Cobos, si los puros tienen en su afán de permanecer la misma falta de límites de aquellos con quienes pactó?

Nadie es perfecto, todos cometemos errores, permanecer en ellos es propio de necios. Justificarlos no es ético ni político.

Más que una posición política parece el proyecto de un puente de plata para que salgan impunes los depredadores. Los antecedentes del oráculo radical, ante el que hoy hacen fila reinas, princesas, estrategas y simples nabos, son por demás claros; Pacto I (de Olivos) con Menem; Pacto II con Duhalde, para sacar a de la Rúa; unos dicen resignados, que no hay dos sin tres y otros opinan que la tercera es la vencida. Dios los oiga a estos y se puedan enterrar de una vez por todas tantos cadáveres infectos.

Muchos “estrategas políticos” razonan que es una jugada brillante e inteligente, mantener al vice en el partido en uso de licencia ética e ideológica, por si se desmorona el gobierno y tener a mano la sucesión presidencial lejos de la garra peluda de Duhalde. No se, si reír de la ingenuidad o llorar por la imbecilidad. De todas formas nada soluciona un cambio de envases sin contenido, cuya único objeto es permanecer. El voto “no positivo” más que un “lapsus linguae” es una completa definición del personaje, que sigue certificando con sus posturas de: “si, pero no”. ¿Por que condenarlo a Borocotó? Al menos habrá cobrado por la voltereta y pudo tapar algunos agujeros.

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