A fin de ubicarnos en tiempo y espacio, recordemos que celebramos el triunfo de la vida sobre la muerte, de Quien dio la suya por todos. Un día de luz, de gloria y de paz, ajeno a las paganas fantasías de conejos o huevos, que pretenden volver a reemplazar la verdad. Bien visto, llama a la reflexión la oportunidad de resucitar al menos una vez por año. Alguna vez irá en serio y no en sentido figurado, es conveniente estar entrenado.A los amigos lectores:
MUY FELICES PASCUAS DE RESURRECCION
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