enero 12, 2008

CONTROL-DELACION-CONFISCACION

Una secuencia históricamente conocida y repetida, cada paso lleva necesariamente al siguiente. Basta consentir el primero los demás llegan solos.
Es reciente; la pretensión de imponer a los productores lácteos el precio a que debían vender la leche alegando sus extraordinarias
ganancias. Comenzó una discusión desubicada acerca de 10 centavos más o menos o una banda de precios, sin caer en la cuenta que el pan de hoy es el hambre de mañana, porque la medida apuntaba a una confiscación de la propiedad y al legítimo derecho de cada productor de establecer la rentabilidad y administrar libremente sus propios bienes.

Tratándose de un producto perecedero que no puede almacenarse para especular, la realidad es que nadie puede pretender un precio superior al que puede pagarse, es más fuerte que todas las leyes y resoluciones. Se achican las pretensiones, se corrige la administración o se dedica a otra cosa, así de simples son las leyes del mercado. Finalmente aparecieron los dirigentes lúcidos desplazando a los dialoguistas vocacionales para poner al menos por un tiempo las cosas en su sitio.

Los avances en la pretensión de reglamentar cuánto se debe ganar o cuánto se debe gastar son cotidianos. Será necesario también que la tiranía sepa cuánta correspondencia recibe y de quién, o que come y dónde compra, entre otras cosas para
ajustarle impuestos y tasas al estilo del ABL. Todo en nombre de una supuesta solidaridad social o los “supremos intereses de la Nación” de los que solo está excluido el gobierno en su obligación de administrar los recursos en orden al bien común.

Hay muchas alertas sobre la cuestión, encuentro una absoluta coincidencia en la idea con cuantos hablo y escucho; paralela a la actitud de desentenderse de las respuestas.-¡ Hay tantos problemas!

Hoy la cuestión alcanza a todos en su más íntima privacidad, sus casas.
Lamento la parte que les toca a los porteros o encargados de edificios, todos los que he conocido, excelentísimas personas. Es una constante que los “protectores” se llamen sindicalistas o socialistas destruyen todo lo que presumen defender.

Cada uno tendrá que cuidar su trabajo, e informarse es el paso previo a la delación y esta posiciona al trabajador ante el verdadero patrón: el sindicato, amparado por la prepotencia e impunidad de la tiranía. ¿Cuánto demorará p.ej. otra graciosa concesión a Santamaría, obligando a propietarios y consorcios a designar encargados de un listado proporcionado por el sindicato? Para garantizar y profesionalizar el trabajo, dirán. Los funcionarios delincuentes han demostrado reiteradamente que carecen de límites, porque no los tienen y todo se les conciente. Comienza la secuencia y naturalmente una cosa trae la otra. O se corta de cuajo o el cáncer no tiene solución.

Para quienes reducen todo a una cuestión económica y se desentienden porque el problema es de los sectores de mayores ingresos o mayor consumo, al que no pertenecen; es prudente recordarles que se trata de una cuestión de principios que no admite excepciones. En el sistema educativo el avance está listo, en España los demócratas sociales o socialistas obreros ya lo han puesto en ejecución, con la misma secuencia, control, delación, confiscación. En esta área la materia son seres humanos, infantes, puestos a denunciar a sus padres que se oponen a la formación “progresista” atentando contra la igualdad y la educación “democrática” la confiscación es la patria potestad y la libertad. El terror que empavona todo es el mismo. Exclusión del mundo e ingreso a la categoría de paria.


MACHACANDO ENTRA, HAGALO SIN PAUSA

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