diciembre 12, 2007

No es precio máximo es confiscación de la propiedad

Día llegará que invocando “la gobernabilidad, la necesidad de adecuar las instituciones a la hora o los supremos intereses de la paz social”, se propondrá una gran reforma constitucional, con un gancho tentador para que se prendan de el todos los críticos y opositores y nadie se ocupe de las tropillas de caballos Troyanos, incluidas en el paquete.
Se respetará la propiedad privada, individual o colectiva, siempre que ésta cumpla una función social y siempre que el uso que se haga de ella no sea perjudicial al interés colectivo Nueva Constitución Boliviana La Nación, 10/13/07.
Comenzará la conocida puja por un frente opositor, alianzas, uniones transitorias, que si hay que presentarse o abstenerse, que si esto o aquello.
Todo un país paralizado, al estilo Venezolano, discutiendo sobre lo que ya está vigente.
Quizás ni sea necesario, ¿para que exponerse? Si por resoluciones ministeriales se pueden modificar principios constitucionales, sin que nadie diga nada. Las diferencias se plantean por los centavitos.
Ya confirmado como jefe del gabinete, Fernández, repite anteriores argumentos, porque el cambio es profundizar lo mismo. Opina y decide que los productores lecheros ganan muy bien y le pone un precio máximo al que deben vender el producto. Hasta la próxima resolución son libres de decidir a quién le venden. Los argumentos y razones esgrimidas por Fernández no dejan dudas, es prudente releerlas con detenimiento.

Si hay sequías, inundaciones, aumentos en los combustibles, en la energía etc. no es problema de Fernández, es el riesgo empresario de un productor que “El” ha decidido que gana muy bien y puede aguantar los años de vacas flacas. Me refiero al Fernández porque los otros, el patotero Moreno y el Master Boy solo son parte de la trouppe de payasos.
Esto es lisa y llanamente una confiscación de la propiedad privada, la decisión de un funcionario ignorante del tema, acerca de cuanto vale un producto y cuanto debe ganar el productor por su trabajo, es una ingerencia totalitaria en casa ajena.
Si el jefe de gabinete o su colega de economía el “Master Boy productivista”, no saben explicar porque el litro de leche que se paga al productor $ 0.78 llega al público entre $ 2.30 y $2.80 el litro (ciudad de Posadas) en el supuesto que el envase tenga 1.000 cc de leche pura o quien se queda con los ingresos de los argentinos que trabajan y producen para que estén impedidos de pagar los precios que se pagan en el mundo. Están robando el sueldo que cobran por un cargo que no desempeñan. Es una variante del Terrorismo de Estado
A recordarlo para no rajarse las vestiduras, cuando se proponga poner por escrito lo que ya está vigente y aceptado. “Histeriqueos” lo llame hace unos días.
No se debe permitir que cambien el eje de la cuestión ni entrar en debates con sofistas, acerca de quien tiene la razón, ése es un problema de comercio interior. Lo que aquí se plantea es una cuestión de principios y derechos elementales.
Si los argentinos se han vuelto tan pobres que no pueden comprar lo que ellos mismos producen, el responsable no es el tambero, el ganadero o el agricultor es el que manda y rapiña las legítimas ganancias de los que trabajan.

“No vine a ser presidenta para convertirme en gendarme de la rentabilidad empresaria ni a ser parte de una interna sindical”(C. Fernández) Como expresión de deseos es un excelente propósito, será creíble, cuando los sátrapas y delegados en ministerios y secretarias sean llamados a dar explicaciones de sus dichos y declaraciones o separados de sus cargos por no interpretar el pensamiento del Ejecutivo. Hasta tanto opino sobre hechos, las intenciones están reservadas al juicio de Dios.

No hay comentarios: