noviembre 01, 2007

Hubo fraude antes, durante y después. El resultado es nulo: A ubicarse

Una cosa es un gobierno legítimo dentro de un Estado de Derecho, otra es la usurpación por la fuerza de la mentira de todos los poderes de la República. Confundir y desubicarse ante ambas situaciones lleva al fracaso cuando se pretende enfrentarlas para resolverlas. Es como pretender tomar sopa con tenedor, o cortar con cuchillo un sorbo de agua.
No es posible esperar que esta situación la denuncien públicamente, -comunicados y declaraciones son palabras que se lleva el viento- los supuestos perjudicados, porque la conocían por anticipado y avalaron con su presencia y participación la estafa. La instancia judicial, en esta cuestión, no existe, por su propia corrupción y servilismo del poder y porque son delitos de guante blanco, no dejan huella. Autores materiales y partícipes necesarios los llaman en derecho.
La palabra aislada no basta, es pura pose para el auditorio; si no va seguida de públicas posiciones que avalen las convicciones que se sostienen.
Que el fraude estaba hecho fue motivo de numerosas opiniones previas, control de todos los medios y utilización desaforada de los recursos públicos, instalación de opositores a medida y esterilización de un frente opositor. Con todo, llegaron con miedo al resultado y se ajustaron los últimos tornillos: 95% de telegramas designando autoridades de mesa, no entregados, votar que desde siempre fue un simple trámite, lo convirtieron en un calvario, hasta el punto que en un distrito debió prolongarse el cierre cuando todo el país sufrió los mismos problemas, a las 19 hs. en punto se cerró el comicio en Bs. As. e instantáneamente todas las radios y canales de TV anunciaron con porcentajes incluidos el arrollador triunfo de la candidata oficial antes que comenzara el escrutinio, en base a “boca de urna” y cuando se continuaba votando en cientos de mesas.
En la ciudad de Posadas, capital de Misiones, en que resido, la abstención ronda el 55% del padrón. Una cifra para el escándalo en cualquier parte del mundo, máxime cuando no fue espontánea sino forzada por el desorden organizado. Por lo que el supuesto gobernador electo no alcanza al 15%
En los distritos que se voto a presidente, gobernador, senadores, diputados, intendentes y concejales, sin pecar de exagerado más de la mitad de los que llegaron al cuarto oscuro no encontraron la boleta que pensaban votar en alguna de las categorías. Es lógico, no se puede pretender que “un correo” que no puede entregar telegramas, se acuerde de poner todas las boletas que los partidos le entregaron.
Sume 1+1+1, utilice las mentirosas matemáticas de la ley electoral, de todos conocida y aceptada, tendrá el nivel de abstención, por cansancio y hartazgo y los 4 puntos que salvaron del ballotage, a quien se atribuye un triunfo con sólo el 30% del padrón. El 70 % de los argentinos en contra, por eso no se encuentra a quien admita haberla votado.
Cada uno tomará posición según su leal saber y entender, tengo la mía, desconozco el resultado de una elección para futuras autoridades y a las actuales por mandato vencido. No existe autoridad sin legitimidad de origen o de ejercicio y toda ley o acto administrativo originado en la usurpación, es nula y no me obliga. No puedo peticionar ante autoridades que no existen, ni recurrir a una justicia que es público y notorio resuelve contra derecho.
¿Qué opinarán los famosos inversores que afirman que llegaran como moscas a la miel? Ya están compitiendo Bush y Sarkozy haber quien recibe primero a Doña Nadie. Saben que el que entra por la ventana no tiene seguridad que lo reciban como invitado, las condiciones leoninas que impondrán son directamente proporcionales al riesgo; de sus antecedentes, seriedad y responsabilidad, ni hablar, es una convocatoria a corsarios, piratas y filibusteros. Gente experta en pagar a cambio de carta blanca, comisiones y peajes que es lo único que importa. “El cambio es profundizar lo mismo”.

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