septiembre 27, 2007

Peor que los falsos, es perjuro y criminal

Los falsos y dudosos profesionales son una epidemia, fiel reflejo de la amoralidad de los funcionarios y dirigentes. Personajes afectados por la desproporción entre su limitada capacidad intelectual y sus desmedidas ambiciones, que los lleva a usurpar títulos y honores para revestir su desnudez.
Sin ser el primero inició la nueva serie el Ingeniero Blumberg, pronto se encolumnaron sus “colegas” universitarios, los abogados Rafael Bielsa, Cristina Fernández de Kirchner, Mario Das Neves, los “licenciados” Scioli y Tellerman, el “académico” Filmus y paremos de contar. Queda el peor de todos, Ginés González García, médico de verdad, pero perjuro, hace todo aquello que juró no hacer, por lo que resulta infinitamente más dañino. Promotor de la automedicación y que desde su función de ¡Ministro de Salud Pública! encabeza una asociación de homicidas.
La Corporación de Abogados Católicos, que ha defendido siempre la sacralidad de la vida inocente, con indignación ha tomado conocimiento de la comisión de un crimen abominable contra un niño de dieciocho semanas de gestación, concebido en la ciudad de Paraná por una discapacitada cuyo padre se opuso sin éxito a tan vil asesinato.
Los Jueces de la Cámara Civil y del Superior Tribunal de Entre Ríos prescindieron de las disposiciones de la Convención sobre Derechos del Niño y de su ley reglamentaria n° 26.061, que los obligaba a adoptar las medidas que fueran necesarias para garantizar el derecho a la vida del niño por nacer, y otorgaron con sus fallos una verdadera licencia para matar. La sentencia era susceptible de recurso extraordinario ante la Corte Suprema y los médicos de Paraná, fundados en el estado avanzado del embarazo y en la obligación de preservar la salud de la madre, se negaron a practicar el aborto.
Aparecieron entonces en escena varios funcionarios nacionales y provinciales, como si formaran parte de un plan de exterminio de niños inocentes, discriminados por ser hijos de madres idiotas o dementes, y con el patrocinio de los Ministros de Salud Ginés González García y Gustavo Bordet, trasladaron a la incapaz a Mar del Plata y allí encontraron profesionales médicos suficientemente desaprensivos como para ejecutar el aborto que sus colegas de Paraná se negaron a practicar.
Frente a tamaño crimen, perpetrado con el concurso de jueces y funcionarios que no quisieron amparar una vida inocente, la Corporación de Abogados Católicos eleva una vez más su protesta por un proceder realmente repugnante cuyos responsables, algún día, deberán rendir cuentas ante el único Señor de la vida y la muerte, cuyo juicio tarde o temprano llega para todos.
Alberto E. Solanet, PresidenteJuan Manuel Medrano, Secretario
Publicado por La historia Paralela, el 26/9/07

ARGENTINA
Decreto 1406/98
Declárase el día 25 de marzo de cada año como "Día del Niño por Nacer"
Bs. As., 7/12/98
B.O.: 10/12/98

VISTO el artículo 75, incisos 22 y 23, de la Constitución Nacional, y
CONSIDERANDO:
Que la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, proclamó que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, ratificando así la afirmación contenida en la Carta de las Naciones Unidas acerca de la fe de los pueblos en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de todo el género humano.
Que como una política de concreción efectiva de la protección universal de los derechos humanos, para todos los hombres y para todas las naciones, la comunidad internacional ha destacado al niño como un sujeto digno de una especial consideración, particularmente en la Declaración de los Derechos de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño, en la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959 y en la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
Que tal como se afirma en el Preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño: "el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento".
Que especialmente en su etapa prenatal, el niño es un ser de extrema fragilidad e indefensión, salvo la natural protección brindada por su madre.
Que el niño, tanto antes como después del nacimiento. "para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión", como lo señala la Convención sobre los Derechos del Niño, lo que incluye un especial cuidado de su salud tanto psíquica como física.
Que la vida, el mayor de los dones, tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible.
Que el derecho a la vida no es una cuestión de ideología, ni de religión, sino una emanación de la naturaleza humana.
Que la calidad de persona, como ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones, deviene de una prescripción constitucional y para nuestra Constitución y la Legislación Civil y Penal, la vida comienza en el momento de producirse la concepción.
Que debe reafirmarse públicamente el compromiso de este Gobierno con las causas de la humanidad, así como lo ha hecho en los Foros internacionales de El Cairo en 1994, Copenhague y Beijing en 1995 y Estambul en 1996 y, tomando en cuenta que habitualmente se designa un día en el calendario para conmemorar los hechos más relevantes del genero humano, se considera apropiado y necesario dedicar un día en el ámbito nacional al niño por nacer, con el objeto de invitar a la reflexión sobre el importante papel que representa la mujer embarazada en el destino de la humanidad, y el valor de la vida humana que porta en su seno.
Que se estima conveniente que el Día del Niño por Nacer se celebre el 25 de marzo de cada año, fecha en que la Cristiandad celebra al Anunciación a la Virgen María, en virtud de que el nacimiento más celebrado en el mundo por cristianos y no cristianos es el del Niño Jesús cuyo momento de concepción coincide con dicha fecha.
Que también en ese día se conmemora el Aniversario de la Encíclica Evangelium Vitae, que el Papa Juan Pablo II ha destinado a todos los hombre de buena voluntad.
Que el presente acto se dicta en ejercicio de las facultades conferidas por el artículo 99, inciso 1, de la Constitución Nacional.
Por ello,
EL PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTINA
DECRETA:
Artículo 1° - Declárase el día 25 de marzo de cada año como "Día del Niño por Nacer".
Art. 2° - Encomiéndase al señor Secretario de Culto de la Presidencia de la Nación, al señor Embajador de la República ante la Santa Sede y al señor Asesor Presidencial para la Protección de los Derechos de la Persona por Nacer, la organización de los eventos destinados a la difusión y celebración del "Día del Niño por Nacer" el próximo 25 de marzo de 1999.
Art. 3° - Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese. - MENEM. - Guido Di Tella.
FUENTE: www.notivida.com.ar

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