mayo 04, 2007

Las dudas existenciales

Para el gobierno la cuestión es: no me puedo ir, ni me puedo quedar. Para la oposición es: hay que llegar a las elecciones pero no ganarlas.
Ambos son absolutamente concientes que un país lanzado a velocidad sideral en curso de colisión es ingobernable dentro de parámetros aceptables. Una de esas raras situaciones en que ganando se pierde.
El gobierno en cuatro años, para durar, tiró por la borda todo el lastre posible: instituciones, leyes, credibilidad interna y externa, ¿que le queda por sacarse de encima para llegar a asumir otro período o terminar el 2008?
¿Como gobierna la oposición sin echar mano de todos aquellos siniestros recursos a los que pretende ser alternativa?
¿Quien va destapar la olla a presión de las mentiras, los que todavía no tienen candidato, los candidatos sin partido o los partidos rejuntados?
A la vista está como se desmigaja el poder construido con mentiras y el penoso peregrinar de 3 o 4 famélicos buscando un partido, una O.N.G, alianzas o votos sueltos. ¿Con semejante capital piensan reconstruir y gobernar un país desquiciado?
Esta vez la opción es muy difícil, no queda ni el recurso alividiador de conciencias del menos malo, cada uno es peor que el otro por su intrínseca perversión moral o por su ambición desmedida de llegar a cualquier precio o al menos “quedar posicionados para la próxima” a place también se paga, aunque sea por el hocico, diría un “burrero”
¿Abstención? Es palabra difícil y poco simpática, deja a todos afuera.
¿Por que abstenerse? Porque no es posible tener un plan de gobierno y cumplirlo en un país en el que no sabe que hay ni que falta. Una verdadera y siniestra trampa. En la que todos van a caer, para que los depredadores vuelvan en andas por la fuerza de las masas alzadas dirigidas por sus “formaciones especiales”
¿Y si pasa, no hay plan B? Un poco de memoria reciente, en Argentina no existen los imposibles ni los impensables.
En síntesis To be or not to be, that is the question.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Una perspectiva muy dura y real que casi todos pensamos sin querer reconocerlo