abril 11, 2007

Chirac, Sarkozy: Furia antihispana

Cada vez con mayor violencia, en el “Directorio de Francia” brota un delirio paranoico. Chirac, el “desconocido del Eliseo” y sus Vikingos descubridores de América, fueron el primer síntoma; pequeño, de argumentos tan intrascendentes como el autor, pero que significó un alerta por el absurdo y la virulencia de razones “traídas de los pelos”.( Ver "Chirac y los Vikingos")
Ahora por boca de Axel Poniatowski portavoz en Asuntos Internacionales de su Ministro del Interior y candidato a la presidencia, vuelve la cuestión. La amorosa cercanía y coincidencias entre Sarkozy y Rodríguez Zapatero, que oficiará de “salvavidas de plomo” para Segolene Royal, no invalida la cuestión.
El “Bambi” sonriente, es una fantasía de Walt Disney, exótico en Iberia, donde con la mayor dedicación, junto a su gobierno y partido han dedicado su tiempo a depredar el espíritu, la cultura y las tradiciones Hispanas, tanto en la península como en América, donde el canciller Moratinos (Desatinos); el Defensor Bono y los “exitosos empresarios españoles”, sostienen y apuntalan todos los regímenes terroristas subversivos (perdón, socialistas, progresistas y social democracias), siguiendo el camino abierto siglos pasados por los “iluminados,” afrancesados y bonapartistas. Permanente y única coincidencia en la política exterior de Francia y España.
La conferencia en Paris que comenta acertadamente Elizabeth Burgos (Ver link al pié) unifica en la misma soberbia agresiva y desubicación histórica a Chirac y al portavoz de Sarkozy. ¡El Eliseo ha descubierto su vocación mediterránea y africana! Y el inestimable aporte de sus inmigrantes, todo vale a la hora de cosechar votos.
No en vano inventaron el “savoir fère” para encubrir tanta falsedad.
Escribía este artículo mientras releía un excelente libro de Valerio M. Manfredi: Akrópolis, en el que el autor me sirvió en bandeja una opinión acerca de la notable difusión y aceptación de la mitología y creencias griegas en la cuenca mediterránea, no solo en sus colonias, sino en las poblaciones indígenas o autóctonas.
Argumenta Manfredi refiriéndose a las distintas versiones de la llegada de Dédalo a Sicilia:
que esta historia tan colorista, se presenta como un típico ejemplo de reciclaje de un mito antiquísimo en época posterior con fines propagandísticos, práctica habitual en la Atenas de los s.VI y V A.C. El mecanismo era el siguiente: cuando la ciudad quería establecer relaciones políticas y económicas con una comunidad no helénica, difundía la versión de uno de sus ciclos épicos importantes en los que ésa comunidad se hallaba de alguna manera implicada. Ello agradaba a la etnia autóctona, que se sentía de ese modo parte del patrimonio cultural de una civilización mucho más prestigiosa.”
Siguiendo a la Sibila Poniatowski, que interpreta el oráculo del Eliseo: “Las naciones forjan su sentimiento nacional en mitos fundacionales. El de América Latina surge en el enfrentamiento con Europa y en la consecuente ruptura radical con ésta. No habiendo heredado de España, como Estados-Unidos de Inglaterra, la modernidad industrial y comercial, quedó como una huérfana pobre dedicada a la guerra civil, o sujeta a los caprichos de autócratas militares producto de las guerras de Independencia. La ruptura y la expulsión de los ancestros invasores, dio paso a un sentimiento autista que le niega admitir su pertenencia a una historia-mundo, cuyas crisis es inevitable la golpeen y deba enfrentarlas como el resto de los países. Reacciona como un menor de edad atacada por adultos….Así cavilaba mientras escuchaba pronunciar la palabra lejanía por tercera vez al señor Axel Poniatowski, - portavoz de asuntos internacionales del candidato oficialista a la presidencia de Francia, Nicolas Sarkozy -, ante la Asociación de Periodistas Latinoamericanos Acreditados en París. América Latina no constituía una prioridad porque su lejanía la mantenía fuera de sus zonas de influencia - léase del Mediterráneo, del África, y sobre todo, de la francofonía. Sin embargo, acentuó que los lazos de Francia con América Latina eran fuertes por “razones de civilización”.
Tenga a bien comparar ambos textos, y coincida que esto en castellano se llama “mostrar la hilacha”.
Queda en claro que solo nos queda poner la frente en tierra y agradecer humildemente a la Magna Francia habernos rescatado del primitiva barbarie hispana y darnos una mano para acercarnos a esa cultura superior que cual faro de Alejandría. Paris tiene la gracia de derramar para iluminar el inframundo de la barbarie.
Sea lo que sea que hoy agita esta furia en Francia, no augura nada bueno, históricamente los vientos de allende el Pirineo traen desgracia en estas tierras.
"América Latina tan lejos de Europa"

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