noviembre 14, 2006

Bipartidismo y alternancia

Configuran una mistura, que nadie sabe lo que tiene, pero todos recomiendan. De un lado, el sueño dorado de ciertos pensadores, algo así como la aspirina que cura todos los males políticos, del otro la oportunidad de institucionalizar y consolidar el gigantesco fraude y saqueo ideológico que ha padecido y destruido al país desde hace más de medio siglo. Precisamente por el fracaso y colapso de los bipartidismos que lo precedieron, llámense radicales y conservadores, unitarios y federales, etc. Etc. a la hora de las banderías en esta tierra nunca faltan, más bien sobran, por no decir que todos tenemos una propia; la inmigración no pudo diluir el fortísimo atavismo celtíbero. Uno y distinto desde la cuna hasta la tumba.
Siendo algo más que un juego de palabras parece ingenuo pretender que dos partidos representen el todo, va a faltar o sobrar algo.
Tampoco estaría de más razonar que esta pretendida solución no lleva al equilibrio ni a la estabilidad, sino al movimiento perpetuo del péndulo.
Más que curiosa es sospechosa de tener gato encerrado la idea, es difícil aceptar tanta ignorancia o ingenuidad en personas con larga experiencia y buena formación. Dos grandes partidos en un país que no tiene ninguno, que los ha atomizado a todos, donde toda asociación, movimiento o reunión de tres vecinos, no resiste un mes sin desintegrarse. Donde la dirigencia ha sido desplazada por meretrices políticas que hoy se acuestan con uno y mañana con otro o con varios el mismo día, siempre a cambio de un buen dinero. “Tampoco el Congreso avanzó en una solución para frenar la catarata de agrupaciones partidarias que se crearon a partir de 2002 en virtud de una polémica norma que flexibiliza los requisitos para los partidos. Según los últimos datos del Ministerio del Interior, hoy existen en el país 680 agrupaciones, un récord absoluto. El problema es que muchas de ellas son simples "sellos de goma" que se nutren de recursos del Estado”. La Nación, 13/11/06
Resulta inconcebible que hasta altura de los experimentos fracasados se insista en la absurda idea de pretender imponer por decreto la organización social y política del país.
Nos faltaba la alternancia obligada para impedir tentaciones; una vez aceptada y decretada es lisa y llanamente la consolidación de la impunidad de los inútiles, nadie va a revolver trapos sucios si el día que se tenga que ir, se los van a revisar. ¿Que sentido tiene esforzarse en una buena administración si habrá que irse para que otros cosechen los frutos? Hay un tiempo de siembra y otro de cosecha, no es posible unificarlos.
Todos se cuidan de mencionar que sería una solución a la Colombiana; el pacto de alternancia liberal-conservador, resultados a la vista; es más prudente mirar la realidad de Bogotá que soñar con Washington o Londres, no todo lo que reluce es oro.
Estas reflexiones tan triviales, nunca se encuentran en los frascos de los alquimistas políticos, están en la calle y en la vida cotidiana, esa que no frecuentan y desconocen los teóricos pensadores y analistas que viven en una burbuja con su propio microclima.
No obstante abundan los que las sugieren y las promocionan, son los miles de improvisados nuevos dirigentes, que adoptan y repiten “consignas” para ocultar su pobreza intelectual. Es sabido que en política el mañana se lleva el hoy con todo lo que se escribió, se dijo o se hizo; rásqueles a estos nuevos dirigentes el currículum y comprobará cuantos giros y volteretas han dado en su vida.
¿Alguna vez lo sedujo esta propuesta? Hay que renovar la dirigencia, abrir los cuadros para que entren los jóvenes. No es una cuestión generacional, es un hecho que los mayores malos son los padres y maestros de los jóvenes buenos ¿resiste el argumento?
Una sana, clara y sintética opinión publicada en El Mercurio de Santiago de Chile:
Sábado 11 de noviembre de 2006
Corrupción:
Cardenal dice que es buena la alternancia en el poder
VÍCTOR ZÚÑIGA
Arzobispo Errázuriz precisó que depende ello de los pueblos.

Dijo que para que ocurra tal transferencia de poder de un sector político a otro debe haber una oposición que presente un programa de gobierno y luego cuente con adhesión ciudadana."Siempre tiene que ser así. Siempre una oposición tiene que elaborar proyectos, presentarlos, ganar el favor. Y el pueblo dice 'éste es el momento de la alternancia o éste no es el momento de la alternancia'. Esa es la experiencia de todos los países del mundo", dijo.
Inquirido por el hecho que hubo 17 años de gobierno militar, que terminó tras un plebiscito, y que ahora se está a semanas de 17 años de gobierno de la Concertación, el cardenal indicó que su acotaciones son a nivel global. "No me meto en eso. Si son 17 años, o 20 o 88. No tengo idea", dijo.
A mi entender muy claro, pensadores de laboratorio abstenerse.
Basta con la mentira de las rereelecciones o relección indefinida, en medio siempre debe haber una consulta, si el problema es el abuso del poder para condicionar el resultado, el remedio está en otra parte.
Hecha la ley, hecha la trampa ¿Cuál es la diferencia entre reelección indefinida derecho de sucesión o alternancia familiar?
Me carcome una duda ¿En argentina se piensa o únicamente se habla?

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