septiembre 28, 2006

Prevención

En el estudio de la prevención y seguridad me enseñaron que la casualidad en los accidentes no existe, la práctica me confirmó en todos los casos que es cierto. Indefectiblemente cuando parece que ha fallado el aserto, se verifica que lo que falló fue la investigación que ignoró algún hecho.
Falla humana, falla material o acto inseguro son siempre las pieza clave de la cadena que terminará en accidente.
Cuando se investiga un hecho de este tipo, detrás de él es constante la presencia de los llamados cuasi accidentes o incidentes, el “preaviso”, que como no produjo daños materiales o personales fue relegado al olvido.
La sequía, el calor y la baja humedad ambiente, precedieron los incendios forestales y de campos en el último año en Galicia, Cataluña, Portugal, California y Turquía. La intencionalidad es simplemente aleatoria y anecdótica, no es posible iniciar un fuego si no hay nada que prender, si las condiciones están dadas, basta un rayo o la incidencia del sol sobre un vidrio o una tapa metálica.
En Argentina comenzaron lo fuegos sin haber llegado el calor del verano, con el agravante de que existiendo bomberos, defensa civil y agua, faltaba diesel para las autobombas. De no creer, no se podía atacar el fuego por falta de combustible.
Por ahora no fue muy importante, es un aviso, están dadas todas las condiciones a la espera del verano y de inmediato encontraran los responsables incendiaros que quieren desestabilizar al gobierno.
La respuesta de los preclaros gobernantes fue inmediata: una nueva ley con duras penas para los incendiarios.
Las modernas y buenas leyes resuelven todo ¿Dónde?

No hay comentarios: