julio 10, 2006

Argentina en caída libre

Concluye un período de gobierno y hay que renovar autoridades. En reiterados artículos he manifestado mi opinión en cuanto a que las actuales carecen de ideología; no es propio de mercaderes tener bandera, son esencialmente avaros, su sino es acumular por la acumulación misma, ni usan ni ejercen el poder porque se gasta. Se limitan a destruir el poder ajeno y todo lo que los limite.
De allí que hay dos cosas que siempre les resultó intolerables. Nunca pudieron digerir que se les recuerde ese modesto y ridículo 20 % con el que “legalmente” usurparon el gobierno, ni la acusación de ser hegemónicos, cualquier otro calificativo ni les va ni les viene. La ausencia de oposición hace patente esta hegemonía.
A los comerciantes; industriales, empresarios, gobiernos extranjeros y organismos internacionales se los puede insultar y bastardear, a los que piensan distinto no se los puede obligar a que se quejen. Ellos eligen sus adversarios y enemigos y no pueden aceptar que alguien pretenda serlo, es una demostración de poder que no se puede tolerar. Todo el poder es de ellos.
Controlan el periodismo y la prensa hasta con el lujo de permitir que algunos les critiquen aquello que no les importa un comino y en compensación callen lo que no conviene que trascienda.
Tan sucio es el sistema que las criticas al periodismo, solo son una manera de hacer público que hay libertad de prensa y que alguien se les opone.
Finalmente llegó la oportunidad, habrá elecciones por lo que dieron el zarpazo que les faltaba:”Habemus oposición”.
Prolijamente asistidos por el gordito de la democracia multiuso (con la que se come, se trabaja, se educa etc,) verdadero verdugo de la República con su Pacto de Olivos y la Reforma Constitucional, han instalado un candidato y guardan otros en la manga.
El pueblo; los políticos, analistas, charlatanes de feria en general, alborozados baten palmas, afilan el lápiz y hacen complicados cálculos electorales: que si la 1º o 2º vuelta, si conviene saltar ya al ruedo o hay que esperar etc. El tirano no se priva de mostrarles cuan grande es la torta y los goza viéndolos babearse e ilusionarse.
Todo cuanto está pasando y lo que venga es parte del circo; llámese inseguridad, reforma penal, de educación, discrecional manejo del presupuesto etc. Nadie es tan torpe para tirarse encima semejantes cuestiones en vísperas de una campaña, salvo que lo haga para darle letra y promover candidatos que ya tiene bien atados.
Todos absolutamente cegados por la ambición y la soberbia ni ven ni perciben que Argentina, ya en este punto, es absolutamente ingobernable para los que están y para los que vengan. Por si ese hecho se hace patente antes de lo estimado, tienen el “plan B”, un sucesor a medida para que reciba los cachetazos o el estallido que les permita volver en andas del “establishment” y el populacho, ante el estrepitoso fracaso de los charlatanes del “viejo país”. Personalmente no los veo prestando el poder por un rato, no son de correr esos riesgos. Quedan muchas tuercas por ajustar y una reina en la manga. La posibilidad está abierta “por si las moscas”.
Al que hipotéticamente venga, no le van a alcanzar todos los “superpoderes” y decretos de necesidad y urgencia; en menos de treinta días agotarán las existencias de balas de plomo, de goma, y gases lacrimógenos, le van a estallar los precios en la cara sin tener “camioneros y piqueteros” para asustar a empresarios. Ni pensemos en la seguridad, la salud pública y todos los servicios, ya absolutamente colapsados, prolijamente emparchados y maquillados cada vez que algo quema por un ratito, hasta que aparezca otro y lo pase por un tiempo al olvido.
Si señor, no es utopía, es la extensión de la hegemonía al poder y a la oposición, dueños y señores de todo.
No ha menester demostrar lo escrito, está bien a la vista. En el gobierno unos por odio y resentimiento, otros por ignorancia absoluta para desempeñar los cargos que ocupan; en la vereda de enfrente todos los que ya fueron e hicieron lo mismo; en el medio un pueblo que se dice víctima y aplaude a sus verdugos. Todos voluntaristas, hasta quizás esperanzados que aparezca el caudillo salvador: ¿peligroso no?
Estamos en un furioso brote esquizofrénico, el estallido está en el aire. No se pueden tener esperanzas en fantasías o utopías. Si no es posible hacer otra cosa, al menos no se debe seguir echando leña al fuego con mentiras.
Quienes meticulosamente cocinaron este desaguisado se lo tendrán que comer, a mi entender es la hora de darles soga para que se ahorquen.
La fe en la esperanza está, a poner paciencia. Si no se puede apagar el incendio que se queme todo para que no queden ni las brasas que vuelvan a encenderlo.Si parece demasiado negro el panorama es bueno recordar que a lo más oscuro de la noche sucede sin intervalo la primera claridad del alba, ningún voluntarismo puede apurarla ni hay prepotencia o poder que la eviten.

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