abril 03, 2006

De la leyenda a la realidad

Pareciera que cada día se comprueba “que cuando el río suena agua trae”.
En efecto, la multitud de investigadores que hay dispersos por el mundo con una palita escarbando lejanas tierras, va dando sus frutos, porque el que busca encuentra. Así sucesivamente abandonaron la leyenda para ser realidad; las amazonas, Troya, y muchas otras. Quedan algunas importantes, nadie habla durante siglos porque si.
Siempre me intrigaron los dragones (de “Drakos” en griego antiguo: serpiente) que están en todos los jarrones de China, Japón y el lejano oriente. Fueron símbolo del valor y de la guerra, emblema de las Legiones de Britania, de los ejércitos Persas y su imagen, cual mascarón de proa, engalanaba las embarcaciones Vikingas (Drakar) en su versión de serpiente marina.
Verdadera cruza de ave, serpiente y lagarto, de todos tiene algo y le sobra o le falta otra cosa.
Siempre relacionados con la fuerza, el valor y la magia aparecen en la hasta hoy leyenda, del Rey Arturo. Pareciera que tienen debilidad por los muros, castillos y las bellas princesas, asociados a lo terrorífico y lo mágico, de la muralla China a la de Adriano. Siendo tan antiguos como el mundo, no se los ha visto en pinturas rupestres. Dicen que alguien se metió en una cueva de los Cárpatos y encontró un esqueleto enterito, inclusive con signos del fuego que lanzaban...
A los Cárpatos llegaron buscando, vaya a saber porque, después de hallar partes de un esqueleto en Arizona que no correspondía a nada conocido, ni daba para ser un “eslabón perdido”, hasta que a fuerza de deducciones y quizás imaginación, alguien lo rotuló de “posible dragón”. Lo notable de éste hallazgo, es que se caerían de la leyenda no sólo los dragones sino gran parte de los “monstruos marinos” que no serían otra cosa que una adaptación de los alados dragones, que los salvó de la extinción cuando desaparecieron los grandes saurios. Y hasta habría una explicación científica para esa especie de lanzallamas que tenían, y demostrar que podían volar contra todos los principios de la aerodinamia. Como no puede ser de otra forma, el esqueleto estaría prolijamente guardado en un Museo de Londres. Aún aceptando que las pocas precisiones harían sospechar de otro de los tantos fraudes científicos, queda en pié la duda ¿porqué los Chinos, Persas, Romanos y Vikingos adaptaron y reprodujeron infinidad de veces algo que no existía y nadie había visto? ¿Por qué lo adoptaron los celtas de escocia y lo incorporaron a una “leyenda histórica”? Parecen demasiados honores para una creación fantástica. Con más prestigio literario y mitológico; el Unicornio, los centauros y el Ave Fénix no tuvieron tanto éxito ni esos privilegios.
“Cosas veredes Sancho…” por las dudas no olvide que cuando el río suena agua trae. No se ría de leyendas, de brujas ni del hombre de la bolsa.¡¡¡Merlin!!!
Agur bero bat

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno para airear la cabeza.
Uno así de vez en cuando refresca nuestro cerebro. Gracias