abril 11, 2005

Reflexiones III

Estoy en un paréntesis, no he escuchado radio ni he visto TV, ni siquiera he abierto la ventana, pero dentro de mi cabeza es como si tuviera un balcón al mundo. Veo países, pueblos, personajes, hechos, es como un desfile de la historia, ¡pavada de modestia! Allá va Atila, -Adiós gran Huno-. Parece mentira, no se como llamarlo, mientras a otros degenerados les decían Ave César, pobre Atila, siempre tuvo muy mala prensa. Desde que alguien hizo correr el cuento que dónde pisaba su caballo no crecía la hierba, jamás habrá soñado cuantos enanos morales, cuyo nombre no registra la historia ni registrará nunca, vinieron después y no sólo no volvió a crecer la hierba por donde pasaron, sino que arrasaron con todo lo que había, quedó la nada y es comprensible, son hijos de la nada. Alguna vez si lo vuelvo a ver voy a conversar con el, con lo que vivió y todo lo que ha visto desde que murió, debe ser un manantial de sabiduría.
Prendo un cigarrillo, el atado dice “fumar daña la salud”, es cierto, recuerdo haber leído que en Italia no se puede fumar en ninguna parte. ¿Qué es esto?, lo que más daña la salud es el paso del tiempo. Viene la artrosis, la pérdida de memoria, el temblor que te hace bautizar a todos los que están cerca cuando se toma un vaso de agua, un desastre, y nadie propuso romper los relojes, quemar los almanaques, simplemente prohibir que pase el tiempo, o tener la libertad de regularlo a gusto de cada uno, al fin y al cabo no somos tan poderosos ni tan dioses como no hacen creer.
Píenselo a partir de ahora, cuando le haga perder el tiempo a alguien, no sólo es una falta de respeto, sino que es más dañino que si le fumara en la cara.
Este asunto del cigarrillo y otros por el estilo, lo dejamos para otro día y se llamará “la dictadura de las minorías”.
Estoy de acuerdo que en el bar o restaurante a Ud. moleste el olor a cigarrillo, pero ¿sabe lo que me molesta a mi?, su celular, que suena a cada rato o que hable en voz alta para mostrarse. ¿Alguien prohíbe el uso de celulares en lugares cerrados, o la presencia de payasos exhibicionistas?.
¿Por qué se permite la mala educación o la chabacanería en público? y me guardo por ahora otros ejemplos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno.

Anónimo dijo...

quien es Atila?

Anónimo dijo...

Me gustó mucho. Que buen personaje elegiste.

Anónimo dijo...

Tenes razon,pienso lo mismo hay muchos de mala prensa y muchos de prensa sospechosamente buena

Anónimo dijo...

A mí también me molesta el celular de los otros. Pero reconozca que los celulares no despiden un humo tóxico y dañino, causante de tantas muertes en el mundo, que los no fumadores tienen que "resignarse" a aspirar en los bares por la falta de respeto de quienes han decidido hacer oídos sordos a las recomendaciones de la OMS y otros tantos organismos de sanidad.